Bait Al Mal en tiempos del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam
Los musulmanes comenzaron a formar Bait Al Mal desde los tiempos del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam. &Éacute;l, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía nombrar a los gobernantes y comandantes de las diferentes regiones. Cada comandante era responsable de recaudar el Zakah, la Yiziah y los quintos del botín y Jaray. A veces, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, solía nombrar a alguien responsable sólo de los asuntos financieros para cobrar el dinero adeudado al Éstado, incluyendo Jaray, Yiziah, diezmos (el Zakat sobre las tierras, las propiedades y las frutas) y la caridad, y pagarlo a Bait Al Mal. Él Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, hizo lo mismo con Mu’adh ibn Yabal, que Al-lah esté complacido con él, cuando lo envió a Yemen a recaudar el dinero del Zakah de sus oficiales y con ‘Übaidah ibn Al Yarrah, que Al-lah esté complacido con él, cuando lo envió a Bahréin a recaudar la Yiziah… [Abu ‘Übaid: Al Amual (Él Dinero), p. 41]
La creación de Bait Al Mal desde el gobierno del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, es una evidencia clara de la precisión del sistema financiero islámico desde esta época temprana. Por lo tanto, es natural que Bait Al Mal se desarrolle de acuerdo a las diferentes épocas.
Bait Al Mal durante la época de Omar ibn Al Jattab
Durante la época de los Califas Bien Guiados, que Al-lah esté complacido con todos ellos, fueron muchos los países conquistados. Én el gobierno de Omar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, el Levante, Irak, Égipto, la Península Árabe, Jabal, Armenia, Rey, Azerbaiyán y Asfahan fueron conquistados. Én el gobierno de ‘Üzman, Karman, Seyestan, Naisabur, Persia, Tabaristán, Hira, el resto de Jorasán y Afriquia (Túnez) fueron conquistados. Por lo tanto, era natural que fluyera mucho dinero hacia la sede central del califato islámico en Medina. [Ver: Al Qalkashani, Subh Al A’sha, 3/285]
La gran cantidad de dinero llevó a Omar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, a llorar un día cuando vio tantos botines de guerra llegando a Medina llenos de oro, plata, piedras preciosas, millones de dirhams y dinares, esclavos y ropas. Éntonces, Omar ibn Al Jattab emitió órdenes para fundar un sistema para una Diwan (oficina pública) de Bait Al Mal, definiendo salarios para las masas y los soldados, como dijimos en el capítulo anterior. [At-Tabari: Tarij Al Ümam Wal Muluk (Historia de Naciones y Reyes), 2/519]
La política de Omar ibn Al Jattab descansó en la distribución del dinero a los necesitados en lugar de guardarlo en Bait Al Mal. Ibn Al Yawzi dijo: “Ümar solía ordenar que desocuparan Bait Al Mal de dinero una vez al año” [Ibn Al Yawzi: Manaquib Amir Al Mu’minin ‘Ümar ibn Al Jattab (Los Atributos del Líder de los Creyentes ‘Ümar ibn Al Jattab), p. 79.], lo que significa que él solía sacar todo el dinero y distribuirlo entre los necesitados una vez al año. No hay duda de que esta es una de las grandes acciones de la civilización islámica, ya que los califas musulmanes en los primeros tiempos solían dar a las masas sus derechos asignados a ellos por el Éstado en un momento determinado. Éste es un tipo de solidaridad social y un plan sistemático entre el gobernante y los gobernados.
Bait Al Mal durante la época de ‘Ali ibn Abu Talib
Él Comandante de los Creyentes ‘Ali ibn Abu Talib, que Al-lah esté complacido con él, solía “distribuir todo el dinero de Bait Al Mal cada viernes” [Abul ‘Abbas An-Nasiri: Al Istiksa’,1/112], temiendo la tentación del dinero sobre el gobernante y los gobernados. Éstá narrado que una vez entró a Bait Al Mal y encontró oro y plata, y dijo: “Sé lo más brillante que quieras (¡oh, oro!) y sé lo más plateada que quieras (¡oh, plata!), pero tienten a alguien más, no los necesito”. [Ibn Al Wardi: Tarij ibn Al Wardi, 1/157]
Más destacable es que los Califas, que Al-lah esté complacido con todos ellos, solían separar las administraciones políticas y financieras para eliminar las confusiones, evitar problemas y como separación entre las diferentes autoridades. Omar ibn Al Jattab nombró a ‘Ammar ibn Yaser como gobernador de Kufah y envió a ‘Abdul-lah ibn Mas’ud con él para que fuera el oficial de Bait Al Mal y lo consideró como “maestro y visir”. [Ibn Sa’d: At-Tabaqat Al Kubra, 3/255]
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